Celebración en Palencia de las bodas de plata sacerdotales de P. Fernando y P. Francisco
En la Villa San José de Palencia, la familia
guaneliana ha celebrado la fiesta de San Luis Guanella en el primer
aniversario de su canonización.
Este año bajo el lema “25 años dando Señor y pan” hemos querido
compartir la alegría de las bodas de plata sacerdotales de P. Francisco Javier Altuna Peña y P. Fernando de la Torre Cabornero.
Dos
guanelianos españoles misioneros por tierras africanas y
latinoamericanas que en el día del DOMUND nos han invitado a levantar
nuestra mirada más allá de los mares y a ser todos allá donde vivimos
“misioneros de la fe”.
Dentro de la ceremonia nuestros queridos
cooperadores guanelianos han renovado ante todos los presentes su
compromiso misionero de hacer de la caridad el corazón
del mundo.
Una foto de familia en un marco de cerámica hecho por nuestros artistas y
un ramo de flores han sido la expresión de nuestro cariño y recuerdo.
En un ambiente festivo y espontaneo, favorecido
por los “reyes de la casa”, ha tomado la palabra entre otros nuestro
querido Juanjo, el poeta, para rematar con un “gracias” nuestra
celebración:
“Tengo que deciros con amor, Fernando y Francisco, que lo habéis
conseguido de verdad estas bodas de plata. Es un compromiso muy fuerte
el que habéis tomado. Habéis ayudado en el camino a la gente y a
nosotros de la Villa. Este es un paso más hacia adelante. Habéis cruzado
como un barco maravilloso esta etapa. Gracias a Don Guanella y a todos
lo que habéis venido a nuestra fiesta”.
Los chicos y chicas de la Villa han querido, en
este año de la fe, representar para todos, una anécdota de la vida de
Don Guanella con la que os dejamos:
La primera virtud
Los comienzos de la actividad de Don Guanella
fueron difíciles y a menudo marcados por la incomprensión, pues empezaba
muchas actividades sin preocuparse demasiado de los medios necesarios
para sacarlas adelante. También sus superiores le pedían calma y que no
se embarcara en proyectos de tanta envergadura. Don Guanella se hacía el
orejas: veía la situación de necesidad de tantos pobres infelices:
actuaba y confiaba en la Providencia diciendo:
El
obispo de Como, Monseñor Teodoro Valfré di Bonzo, cuando Don Guanella
le explicaba sus audaces proyectos, no se cansaba de repetirle:
En una ocasión coincidieron el obispo y Don Guanella con su antiguo
profesor de teología, quien oyendo las afligidas recomendaciones del
obispo aprovechó su rango para decirle:
Del libro: “Parábolas de un samaritano” de Carlo Lapucci
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Última actualización el Miércoles, 31 de Octubre de 2012 01:48 |
terça-feira, 13 de novembro de 2012
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